Actualmente las principales compañías de Estados Unidos son Disney y Comcast. Juntas controlan aproximadamente el 90% de las películas animadas que se producen en el país. Y cuando Disney decide producir una nueva película animada, con un enorme presupuesto que supere los $200 millones de dólares, su fin no es únicamente el triunfar en taquillas. El objetivo final es poder crear franquicias y nueva mercancía.
Puede que la película sea adaptada en un musical de Broadway, que su soundtrack figure en la lista principal de Billboard, que sus personajes aparezcan en los parques de atracciones o que se produzca una nueva línea de figuras y juguetes coleccionables. Si bien a Walt Disney le apasionaba poder contar historias, hoy en día su compañía está más enfocada en poder vender toda clase de mercancía.
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